Ser un referente dentro del campo cultural y inspirar a otros espacios de arte
Francisco Suárez es el cofundador y actual director de la residencia artística No Lugar que funciona desde 2010 en Quito, Ecuador.
Diseñado como un centro cultural con un espacio dedicado a la residencia y una galería de arte en la ciudad, el proyecto se centra en la promoción y difusión del arte contemporáneo a nivel local, nacional e internacional.
En realidad, No Lugar nace de un grupo de artistas recién graduados que fueron testigos y experimentaron la disminución de los espacios culturales en el país, y estaban ansiosos por lanzar una plataforma para los artistas emergentes ecuatorianos para que puedan seguir y desarrollar sus carreras. "Creo que ha sido interesante el trabajo que he hecho en No Lugar y ha sido importante {…} porque, en el tiempo en el que hemos estado trabajando, siempre hemos estado generando una oferta, y esa oferta ayuda dentro de parte de un medio bastante pequeño como es el ecuatoriano. Creo que no es un medio demasiadamente grande, es el hecho de que desaparezca un espacio, ya sea público, institucional o privado e independiente, o como se lo quiera denominar. Es crítico. Creo que sí, es importante eso. O sea que hemos mantenido una agenda activa, casi nunca hemos parado de trabajar", confiesa Francisco Suárez.
Con los años, No Lugar se ha convertido no sólo en una primera base para muchos artistas nacionales, sino también en un punto de encuentro de la comunidad cultural a través de las numerosas exposiciones organizadas, seminarios, talleres o residencias. "Creo que sí, también ha asentado unas bases para que otra gente, no me gusta la palabra inspirar, pero nos tomé como una referencia para empezar sus propios proyectos", indica el fundador.
Efectivamente, No Lugar se ha convertido en un modelo de promoción y producción de arte contemporáneo, así como en la mediación con el público local, convirtiéndose en un verdadero referente cultural ecuatoriano. "Creo que también me parece interesante, que puedas dejar una referencia que la gente pueda tomarte como una suerte de modelo para también generar sus propias propuestas. Que eso lo que hace es ayudar a enriquecer el circuito, no simplemente el campo, pero el campo artístico, el campo cultural", concluye Francisco Suárez.