KAI

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La residencia artística KAI fue creada por el artista peruano Carlos Garavito Herrera en el Valle Sagrado de Cusco, la famosa región Inca en Perú.

Dedicada a las artes, las ciencias y la investigación, la residencia tiene como objetivo generar un diálogo entre artistas contemporáneos y el conocimiento ancestral de las comunidades andinas.

« La riqueza de esta región, en verdad es toda la cultura viva que es super interesante, y todas la tradiciones y técnicas ancestrales que existen todavía, todas las zonas arqueológicas alrededor, Machu Pichu, Ollantaytambo, Písac, todas la fuentes naturales también, todas la reservas, {…}, pero creo que para mi lo que es super importante es que se ha mantenido el idioma, que es el Quechua y todas estas tradiciones en todas estas comunidades », explica Carlos Garavito Herrera, fundador de KAI.

Desde 2014, KAI ofrece a sus residentes la oportunidad de conocer los artes del textil, la cerámica, el trabajo de piedra, la orfebrería y las artes y creencias tradicionales que existen en el Valle Sagrado.

« A mí me interesa mucho esta parte ancestral, más del lado del corazón, actuar desde el corazón, todo lo que es más espontáneo {…} me interesa mucho la cultura de aquí, cómo funciona. Es verdad que la residencia me esta usando muchísimo, creo que tiene muy buena energía para conectar con una parte tuya que quizás esta más olvidada », confiesa Cristina Huarte, artista residente en KAI.

Se alienta a los cineastas, artistas visuales, músicos, fotógrafos, científicos e investigadores a proponer proyectos en relación con el entorno de la comunidad de Calca. A los artistas se les otorgará un espacio de vida cómodo, espacios de trabajo y asesoría, además de contactos con artistas y artesanos locales.

Se aceptan hasta 30 artistas cada año y el período de residencia puede variar de uno a tres meses, según las necesidades del proyecto. Los artistas tendrán la oportunidad de organizar talleres, exposiciones o cualquier tipo de evento cultural que consideren oportuno para presentar sus investigaciones. Con alojamiento para hasta seis artistas al mismo tiempo, los artistas también compartirán una experiencia internacional que alimentará el intercambio cultural y las perspectivas de los proyectos.

« Siempre tenemos momentos realmente agradables en la cocina donde estamos hablando de nuestros trabajos o referencias, o diferentes temas relacionados o no, realmente ayuda a desarrollar el trabajo. El espacio es increíble, es como una pequeña isla bendecida en el valle, y el valle tiene mucho que ver e inspirarse », indica Laura Marques, artista en residencia en KAI.